El ejecutivo aragonés ha ordenado el cierre de las actividades no esenciales a partir de las 8 de la tarde tras los malos datos acumulados que arrastraba la comunidad durante todo el mes de octubre, y sobre todo durante la parte final de ese mes. Además, también se verán afectados los gimnasios y los locales de juego, que deberán cesar su actividad. Estas nuevas medidas no afectan a los supermercados y tiendas de alimentación, que son considerados actividad esencial, y a los hosteleros que mantengan un servicio de comida para llevar, que podrán seguir con su actividad hasta el comienzo del toque de queda diario. La publicación de la orden que regula estas medidas está prevista para los próximos días, que será cuando entrarán en vigor.
Otra de las medidas anunciadas es el confinamiento perimetral de las tres provincias aragonesas, de las cuales no se podrá salir sin una justificación adecuada, como las que hasta ahora estábamos acostumbrados a escuchar. Sira Repollés, consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón ha afirmado que estamos ante una tercera ola de contagios, en la que se encuentran afectados todos los municipios de más de 10.000 habitantes. Las cifras que actualmente se arrojan, según Repollés, deben probablemente corresponder al pico de esta oleada, con la previsión de la venida de una meseta y un futuro descenso de casos diarios.
Los malos datos registrados se han intensificado con el disparo de las cifras de presión de urgencias e ingresos hospitalarios, con de 2 a 3 ingresos por covid por día en los hospitales. Las camas UCI actualmente están a más de 50% de su ocupación total, con una estancia media de 20 días, que tienen efectos negativos en los recursos que necesitan otros pacientes con diferentes patologías. Repollés ha afirmado que 1.200 contagios por día es un numero demasiado alto para que el sistema sanitario pueda seguir dando servicio, pero alentando en que “no hemos llegado tarde”.
Respecto a otras comunidades, como Asturias que ha solicitado un confinamiento domiciliario, Repollés ha anunciado que desde el Gobierno de Aragón no se descarta solicitar ninguna medida, y que si los datos empeorasen, en cualquier momento podría aplicarse. Aunque ha advertido que este deberá estar arbitrado por el gobierno central, evitando comparaciones con otras comunidades ya que según la consejera Aragón comenzó un escalón por encima de las demás debido a los malos datos que lleva acumulando desde verano.
Con estas medidas anunciadas se pretende disminuir las agrupaciones temporales que se puedan producir a partir de la nueva hora de cierre establecida, y “permite un horizonte temporal hasta el toque de queda, para que se pueda recoger cada uno en su domicilio”, según Repollés. Desde la consejería, se piden responsabilidad individual para comprender que somos nosotros mismos los que debamos restringir nuestras actividades, recordando que de los domicilios se debe salir a lo estrictamente necesario y que estas medidas no afectan a la situación de los colegios, institutos y universidades.
